Todavía hoy vivimos en una sociedad en la que se hace imprescindible para conseguir la igualdad real entre mujeres y hombres y por ende una sociedad verdaderamente justa, trabajar en medidas específicas que corrijan esta desigualdad histórica que se traduce en violencia contra las mujeres y las niñas.
La violencia en contra de las mujeres y las niñas es una de las vulneraciones más habituales y graves de los derechos humanos a lo largo y ancho de todas las sociedades.
Esta violencia es estructural, está naturalizada y, aunque también está cuestionada, hoy es más necesario que nunca trabajar de forma conjunta y desde la base para que las políticas que defienden la igualdad entre hombres y mujeres y el respeto a la diversidad no retrocedan.
Desde la Asociación Las Aguadoras Mujeres Las Fuentes, impulsamos este Proyecto “Vivir juntas en tiempos difíciles” como guía de actuaciones concretas para trabajar de forma transversal la igualdad de oportunidades, avanzando hacia una forma de organización social en la que las mujeres y las niñas no tengan que vivir ninguna forma de discriminación por el hecho de serlo. Avanzar en el camino de la igualdad es una tarea de toda la sociedad en su conjunto, en la que debemos implicarnos a todos los niveles y desde todos los ámbitos.
La inclusión del principio de interseccionalidad, el reconocimiento a las múltiples formas de desigualdad y discriminación que sufren algunas mujeres por sus condiciones o su situación vital es fundamental.
Este proyecto pretende reconocer la función social y económica del trabajo doméstico y de cuidados de personas en situación de dependencia, así como las actividades feminizadas sin remuneración ni reconocimiento profesional, impulsando el valor del trabajo de los cuidados no remunerados en el Producto Interior Bruto de Aragón, y varias medidas para la conciliación de la vida personal, familiar y laboral.
Así mismo, el uso integrador y no sexista del lenguaje debe observarse en todos los momentos y, además tendrá fundamentos lingüísticos, dando visibilidad social a la diversidad de género, para lograr una sociedad más igualitaria y transparente desde el punto de vista del género lingüístico.
En las últimas décadas hemos sido testigos de los grandes pasos que toda la sociedad en su conjunto ha dado en materia de igualdad, también en materia normativa y de integración de la perspectiva de género en nuestro quehacer diario, pero todavía es insuficiente, más aún después de las dificultades y vicisitudes que estamos atravesando en los tiempos actuales, agravando las desigualdades si no se implementa la perspectiva de género, no solo en el abordaje de la crisis sino también en los procesos de recuperación económicos y sociales.
Para construir una sociedad realmente igualitaria debemos implicarnos en la lucha por la igualdad sin titubeos, no hay opción neutral frente a esta lacra social como es la violencia de género.
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