Si bien en 2012 compañías como Amazon lanzó la posibilidad de utilizar la tarjeta por internet para realizar los pagos ahora cada vez se destilan pagar por teléfono, acercándolo a datafono.
Es más se están produciendo campañas salvajes para su uso como es el caso de Waylet por parte de Ibercaja , asegurando un ahorro de 30 céntimos por litro en gasolineras de Repsol.
Se han implementado medidas de seguridad acorde a ello pero en un mundo en el que fácilmente se pueden acceder a esos datos se están produciendo serios problemas que algunos van de estafas y usos delictivos que al consumidor le pueden quitar de su cuenta cantidades que oscilan de 300 euros hasta cantidades superiores a 50.000 euros (caso que afecto al Banco Santander y que tuvo que abonar dicha cantidad) que si bien se reconocen como delito una vez que se conoce el banco no asume ese riesgo, pues eso es lo que se firma en el contrato en diferentes puntos de la letra pequeña.
Esa tecnología se basa en el uso del NFC, comunicación de campo cercano, que si no se desactiva después de su uso otro dispositivo móvil puede hacerse con sus datos y por lo tanto exponerse a estafas de no poca cuantía.
Si bien diferentes sentencias en firme afirman que las entidades bancarias frente al contrato de depósito tienen que actuar con un profesionalismo y una diligencia especialmente superior a los estándares ordinarios (seguridad e implementación de mecanismos de control superiores entre otros). Estas sentencias contemplan la posibilidad de demostrar que el banco incumplió con sus obligaciones para que se haga cargo de sus responsabilidades.
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