En julio de 2019, la empresa Allergan retiró del mercado, de manera voluntaria y como medida de precaución, los implantes mamarios texturizados Biocell®. Previamente, tanto la Agencia del Medicamento Francesa (ANSM) como la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA) habían ordenado la retirada de este tipo de prótesis mamarias de Allergan.
El motivo es la aparición en mujeres portadoras de prótesis de mama texturizadas de un tipo de cáncer linfático denominado linfoma anaplásico de células grandes (LACG).
Afortunadamente es muy poco frecuente.
Pese a la amenaza, el consenso médico actual es no extraer las prótesis mamarias a no ser que se confirme el diagnóstico de LACG asociado a implantes mamarios. Lo que se recomienda a las mujeres que llevan estas prótesis texturizadas es mantenerse alerta ante cualquier signo sospechoso de ese posible linfoma (aumento brusco del volumen de la mama, presencia de masas o nódulos, dolor o inflamación, contractura capsular, alteraciones en la piel…). Y, claro está, seguir con las revisiones periódicoas y acudir al médico ante cualquier anomalía.
¿Es posible vivir con el miedo en el pecho con un producto que te podría enfermar?
Para FACU , creemos que las portadoras de las prótesis texturizadas Biocell de Allergan tienen derecho a recuperar su vida y su tranquilidad.
- Tienen derecho a una indemnización por los daños sufridos: ya sea la enfermedad, o los daños morales que conllevan el riesgo y el miedo de padecerla.
- Tienen derecho a que les paguen los gastos de retirada del implante en los casos en que decidan hacerlo.
- Tienen derecho a que se les abone cualquier gasto en que hayan incurrido por culpa de esa prótesis.
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