La capilla de Torre Ramona, uno de los edificios más emblemáticos del barrio de Las Fuentes, ha sido incluida por el Ayuntamiento de Zaragoza en el catálogo de Edificios y Conjuntos de Interés Histórico Artístico. Una consideración que otorga a esta parte del inmueble un grado de protección superior para garantizar su conservación y evitar la piqueta.
La demolición de este gran complejo de 5.644 metros cuadrados ha sido en los últimos años una de las grandes preocupaciones de los vecinos de la zona. Sobre el edificio, que a lo largo de su historia ha albergado un manicomio, un convento, una escuela y un reformatorio, siempre ha planeado la sombra del derribo por su mal estado. De hecho, en los últimos meses los vecinos han denunciado continuos actos vandálicos e incursiones de jóvenes al interior del edificio.
Evitar su destrucción
Además, hay elementos de la construcción que carecen de valor arquitectónico, aunque no ocurre lo mismo con su capilla. Esta parte acaba de ser catalogada dentro de los Edificios y Conjuntos de Interés Histórico Artístico “como ejemplo de las torres, la arquitectura típica aragonesa en el entorno rural de Zaragoza”, según recoge el consistorio.
Evitar su destrucción
“Es todo un éxito”, asegura Diego Luque, integrante de la Asociación Vecinal de Las Fuentes, sobre la catalogación del inmueble. La entidad ha luchado mucho durante los últimos años para evitar la demolición de este icónico edificio y reconocer estar satisfechos con la protección otorgada a la capilla. “Desde el momento en el que tuvimos conocimiento de que se quería derribar nos pusimos en marcha para tratar de evitarlo”, apunta Luque. “Es un acuerdo preliminar que esperamos que tenga una continuidad”, añade.
Es un acuerdo preliminar que esperamos que tenga una continuidad”
La noticia sobre la protección de la parte más relevante de Torre Ramona ha sido entendida por el colectivo vecinal como “una recompensa” a su labor como interlocutores con el Ayuntamiento y la DGA, que “desde el primer momento fueron muy receptivos” con el asunto. “Ahora ha de firmarse un acuerdo real entre el consistorio y el Gobierno de Aragón, pero el hecho de que se haya catalogado a nivel municipal ya es una garantía de que no se va a destruir”, explica Luque.
De convento a equipamiento para el barrio
Pese a que desde la Asociación Vecinal de Las Fuentes admiten que este es un primer paso muy importante para la conservación del edificio, o al menos, de una parte de él, aseguran que no pararán hasta obtener el compromiso de que el inmueble se convierta en un equipamiento para los vecinos. “En un futuro, lo que queremos es que haya un proyecto para que se rehabilite, abrir un proceso ciudadano y que tenga un uso práctico para el barrio”, comentan. Un uso que, como ya han manifestado en otras ocasiones, podría consistir en construir allí aulas de naturaleza para que los escolares puedan visitarlas.
Además, los miembros de la entidad son conscientes de que las elecciones están a la vuelta de la esquina y que tras su celebración tendrán que volver a ponerse manos a la obra. “En mes y medio tendremos que hablar con la nueva corporación para ver qué actitud tienen respecto al tema”, apunta Luque. “Queremos que se contemple una partida de rehabilitación para este tipo de edificios y una parte se destine a Torre Ramona”, explica el representante de la asociación, consciente de el escollo que supone que no haya unos presupuestos aprobados.
La última gran movilización convocada por los vecinos de Las Fuentes se celebró el pasado mes de septiembre y consistió en un abrazo vecinal al inmueble. En la jornada exigieron la paralización del expediente de demolición y que Torre Ramona se rehabilitara y fuera catalogada patrimonialmente.
Fuente Heraldo de Aragón
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