
Las personas mayores en España, tradicionalmente han contado con dos modelos de cuidado: el familiar, bien en su propio domicilio, o bien trasladándose al de alguno de sus parientes, y las residencias para personas mayores. Y a menudo no tenían ni siquiera la posibilidad de opinar sobre la elección.
Los cambios sociales y demográficos en muchos casos dificultan el cuidado en el seno de la familia. Y en otros casos son directamente las enfermedades o el deterioro propio de la edad los factores que empujan a los mayores a un internamiento residencial. Sin embargo:
Las residencias para mayores no suelen ser la opción preferida por los usuarios. Solo el 26 % de los mayores de 65 años optarían por ello.
El coste es elevado.
Y si bien es cierto que en los últimos tiempos el modelo residencial se ha humanizado, las residencias tradicionales han sido muy criticadas por la rigidez y frialdad.
Autonomía, participación, inclusión… son algunos de los principios de la Atención Integral Centrada en la Persona que han catalizado estos cambios estructurales y sociales.
Alternativas:
1- Cuidado domiciliario, la preferida.
2- Las viviendas tuteladas.
3- Las viviendas colaborativas, el cohousing . Un modelo habitacional comunitario para mayores que trabajan sobre la promoción y el respeto a autonomía y se caracterizan:
a. Las viviendas son individuales con equipamientos comunies (cocina, lavandería y otros).
b. Se trabaja la planificación de las tareas comunes.
c. La gestión económica es independiente e individual.
d. Tienen actividades grupales en las que participa la comunidad.
Comentarios recientes